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Cuando las reuniones remotas no "se sienten igual"

  • B Revolution Writes
  • 7 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 13 oct 2020



A medida que COVID-19 ha empujado a más equipos a trabajar de forma remota, muchos de nosotros estamos recurriendo a las videollamadas. Y si alguna vez has estado en una videollamada y te has preguntado por qué no se siente lo mismo que una conversación en persona, tenemos algo en común. Como investigador en Google, es mi trabajo profundizar en la ciencia detrás de la comunicación remota. Aquí hay algunas cosas que he descubierto en el camino.


# 1: Los milisegundos importan

Como especie, estamos programados para el intercambio acelerado de conversación en persona. Los humanos han pasado cerca de 70,000 años aprendiendo a comunicarse cara a cara, pero la videoconferencia solo tiene unos 100 años. Cuando el sonido de la boca de alguien no llega a tus oídos hasta medio segundo después, lo notas. Esto se debe a que estamos arraigados para evitar hablar al mismo tiempo y minimizar el silencio entre turnos. Un retraso de cinco décimas de segundo (500 ms), ya sea por audio lento o por buscar el botón de silencio, es más del doble de lo que estamos acostumbrados en persona. Estos retrasos alteran la mecánica fundamental de toma de turnos de nuestras conversaciones.


En su próxima videoconferencia, acelera los frenos a su velocidad de voz para evitar interrupciones involuntarias. Si se trata de un grupo más pequeño, trata de permanecer sin silenciar para proporcionar pequeños comentarios verbales ("mmhmm", "está bien") para mostrar que está escuchando activamente.



# 2: Las conversaciones de pasillo virtual aumentan el rendimiento del grupo

En la oficina, mis reuniones suelen comenzar con una pequeña charla improvisada e informal. Compartimos cositas personales que crean una buena relación y empatía. Hacer tiempo para conexiones personales en reuniones remotas no solo se siente bien, sino que también lo ayuda a trabajar mejor juntos. La ciencia muestra que los equipos que comparten información personal periódicamente se desempeñan mejor que los equipos que no lo hacen. Y cuando los líderes modelan esto, puede aumentar aún más el rendimiento del equipo.


Dedica tiempo al comienzo de una reunión para ponerte al día y reservar tiempo para conectarte con colegas durante los descansos virtuales para tomar café o almorzar.



# 3: Las señales visuales hacen que las conversaciones sean más fluidas

Si estás cara a cara con alguien, puedes notar que se inclinó hacia adelante e invitarlo a entrar en la conversación. O bien, puede mirar de reojo a la audiencia mientras hace una presentación y hacer una pausa para abordar la confusión o el escepticismo de un colega. La investigación muestra que en las videollamadas donde las señales sociales son más difíciles de ver, tomamos 25 por ciento menos turnos para hablar.


Pero las videollamadas tienen algo que el correo electrónico no tiene: contacto visual. Nos sentimos más cómodos hablando cuando los ojos de nuestros oyentes son visibles porque podemos leer sus emociones y actitudes. Esto es especialmente importante cuando necesitamos más certeza, como cuando nos encontramos con un nuevo miembro del equipo o escuchamos una idea compleja.


Resiste a las pestañas del navegador que compiten por tu atención.



# 4: La distancia puede amplificar los problemas de confianza del equipo

Cuando las cosas van mal, es más probable que los equipos remotos culpen a las personas en lugar de examinar la situación, lo que perjudica la cohesión y el rendimiento. Las diferentes formas de trabajar pueden ser frustrantes, pero son importantes. La antropóloga biológica Helen Fisher ha demostrado que podemos aprovechar la "fricción productiva" de diversos estilos de trabajo hoy en día, de forma similar a como lo hicieron los cazadores-recolectores hace 50,000 años para determinar si una planta recién descubierta era venenosa, medicinal o deliciosa.


Ten una conversación abierta con tus compañeros de equipo remotos sobre su día y sus actividades.



# 5: Pasar el palo parlante hace que los equipos remotos sean más inteligentes

Las conversaciones en las llamadas son menos dinámicas, y el proverbial "habla" se pasa con menos frecuencia. Eso es un gran problema para los equipos remotos porque compartir el piso de manera más equitativa es un factor importante en lo que hace que un grupo sea más inteligente que otro. Los científicos sociales computacionales como Alex ‘Sandy’ Pentland y Anita Woolley han demostrado que los grupos de mayor rendimiento no están formados por personas con un coeficiente intelectual más alto, sino por personas que son más sensibles a las emociones y comparten el piso de manera más equitativa.


Identifica llamadas donde la dinámica de la conversación podría ser mejor. Fomenta una conversación más equilibrada, ayuda a que algunos escuchen su voz y recuerda a otros que pasen el habla.


Escrito por Zachary Yorke, UX Researcher en Google.


¿Tú qué opinas de todo lo comentado anteriormente? ¿También extrañas las conversaciones frente a frente o eres más de videollamadas?


 
 
 

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